# 3

saranchá

Atisbos de literatura iberoamericana

MIGUEL RODRÍGUEZ MONTEAVARO

© @guillermokult

Los poemas de superpoderes, obra ganadora del Premio Asturias Joven de Poesía 2019, nos invitan a recorrer un mundo, el asturiano, que Miguel Rodríguez Monteavaro vive desde dentro de la lengua. Y lo hace con una sutil mezcla de ironía y ternura, como si el absurdo percibido en el entorno le devolviera una imagen de sí mismo, una tal vez no tan superpoderosa, pero sin duda entrañable. Aquí les presentamos una selección de poemas traducidos del asturiano por el propio autor.

superpoderes

parte donde el poeta habla
más directamente de la sociedad

I

a las personas que viven
en una fiesta patronal perpetua

«cumbia y destrucción», dice el gaitero viejo aquel
que se mete entre techo y espada dos o tres cubalibres antes de mojar la caña.
es el retrato mágico de una fiesta con precedentes.
al otro lado de la barra, un pellejo de vino con patas grita
burradas a unas chicas de trece años muy adolescentes.
toda la situación es sinónimo de dantesco: lo tremendamente asturiano.
alguno de quienes pedirán algo a las camareras que han venido esta noche
de un lugar de la costa
confunde los cuartos de la farlopa con lo destinado de antemano
para gastar en un bocata de la cafetería la santina o en el model’s.
 
cerca de este cuadro de robert crumb vive una familia de pobres votantes
del pp de galicia. han cruzado el eo para ver qué tal se vive
bajo un gobierno de izquierdas.
en el cuarto de arriba de su casa hay un chaval universitario
que anuncia cambios en las estadísticas con su sonrisa de satisfacción curricular.
 
la fiesta empieza y todos odian y admiran
de igual forma
al cantante de la orquesta, que, según dicen, estampó dos foritos
la semana pasada y espera pillar hoy con una de las chicas que siguen al grupo.
la comisión ha trabajado mucho, dicen todos, pero este año la fiesta no es
tan buena como
antes.
 
al final de la noche todos buscan cobijo en alguien
que les entre por el ajo y que esté, mejor que de buen año,
de buen carácter.
cantamos la de la chica de azul, la del vals del obrero y la de ya ha llegao la hora.
 
al final, para casina, que para el año que viene
ya vuelve a pasar la marmota
por aquí.

II

cada vez que sale ese gafitas por la tele
mi abuela se mea de risa.
 
no sé si es porque le parece gracioso lo que dice
o
porque no le entiende nada

parte donde el poeta intenta
sobrevivir a la sociedad

I

cuando era pequeño escogí mis primeras gafas
porque el modelo de prueba de la óptica
no tenía cristales y porque una chica de bual que se llamaba bárbara
tenía
unas monturas idénticas.
 
hoy las gafas me son vitales y recuerdo muchas veces aquello y la
decepción que me llevé al ir a buscarlas unos días después de mi elección:
tenían cristales y mareaban, pero me permitieron, como entendí al poco tiempo,
ver.
 
al comienzo de los noventa no había tantos niños con problemas de vista como ahora
y por eso todo el mundo me decía lo bonitas que eran aquellas gafas.
yo, con una sonrisa, siempre caminaba orgulloso con mi óptico superpoder
y me gustaba decir a la gente
que por el verano me convertía en un mapache (por la diferencia de
color de la cara donde había cristales y donde no).
 
cuando era pequeño escogí aquellas gafas relucientes yo solo
y esa fue mi primera decisión,
inicio inequívoco de un porvenir
brillante.

II

querido yo del futuro, si puedes,
hazte elegante, compra
ropa a medida
y habla con los ojos antes de abrir la boca.
 
aprende a desnudar,
investiga cómo combinar bien las noches y los días, pulsa
suavemente las palabras para que no vuelvan rebotadas.
 
querido yo del futuro,
no te habitúes a ser panzudo, no te eches en el sofá
siempre después de comer,
no aprecies los cumplidos, porque
solo te van a estabilizar.
 
espera, no salgas el primero, calcula
los pasos hasta el precipicio.
atiende a lo que te digan, pero no hagas caso.
 
querido yo del futuro, si puedes,
hazte elegante,
eh? 

superpoderes

parte onde’l poeta fala
más directamente sobre la sociedá

I

a les persones que viven
nuna fiesta de prau perpetua

«cumbia y destrucción», diz el gaiteru vieyu aquel
que calca pa dientro dos o trés cubalibres antes de moyar la payuela.
ye’l retratu máxicu d’una folixa con precedentes. al otru llau de la barra,
una pelleya de paisanu berra burraes a unes moces de trece años.
tola situación ye lo sinónimo de dantesco: lo tremendamente asturiano.
dalgún de los que van pidir dalgo a les camareres que vinieron esta nueche
d’un llugar de la marina
confunde los cuartos de la farlopa colo destinao de mano
pa gastar nun pinchu de la cafetería la santina o nel model’s.
 
cerca d’esti cuadru de robert crumb vive una familia de probes votantes
del pp de galicia. cruzaron l’eo pa ver qué tal se vivía
debaxo d’un gobiernu del psoe.
nel cuartu d’arriba de la so casa hai un rapaz universitariu
qu’anuncia cambeos nes estadístiques cola so sonrisa de satisfacción curricular.
 
la fiesta empieza y toos odien y admiren
por igual
al cantante de la orquesta, que, según dicen, estampó dos foritos
la selmana pasada y cunta pillar güei con una de les rapaces que siguen al grupu.
la comisión trabayó muncho, dicen toos, pero esti añu la fiesta nun ye tan bona como
antes.
 
al final de la nueche toos busquen abellugu con dalguién
que-yos entre pel ayu y que tea, meyor que de bon añu,
de bon carácter.
cantamos la de la chica de azul, la del vals del obreru y la de ya ha llegao la hora.
 
al fin, pa casina, que pal añu viniente
vuelve pasar
la marmota
per equí.

II

cada vez que sal esi gafines na tele
mio güela méxase de risa.
 
nun sé si ye porque-y paez gracioso lo que diz
o
porque nun-y entiende nada.

parte onde’l poeta intenta
sobrevivir a la sociedá

I

cuando yera pequeñu escoyí les mios primeres gafes
porque’l modelu de prueba de la óptica
nun tenía cristales y porque una rapaza de santalla que se llamaba bárbara
tenía
unes montures idéntiques.
 
güei les gafes sonme vitales y acuérdome munches veces d’aquello y de la decepción
que llevé al dir buscales unos díes depués de la mio elección:
teníen cristales y mariaben, pero permitiéronme, como entendí al poco,
ver.
 
al empiezu de los noventa nun había tantos neños con problemes de vista como agora
y por eso tol mundu me dicía lo guapes que yeren aquelles gafes.
yo, con una sonrisa, siempre andaba arguyosu del mio ópticu superpoder y gustábame dicir
a la xente que pol branu me convertía nun mapache (pola diferencia de color de la cara
onde había cristales y onde non).
 
cuando yera pequeñu escoyí aquelles gafes rellucientes yo solu
y esa foi la mio primer decisión,
entamu inequívocu d’un porvenir
brillante.

II

queríu yo del futuru, si puedes,
faite elegante, merca
ropa a midida
y fala colos güeyos enantes d’abrir la boca.
 
aprendi a desnudar,
investiga cómo combinar bien les nueches y los díes, calca
suave les palabres pa que nun vuelvan rebotaes.
 
queríu yo del futuru,
nun t’aveces a ser panzudu, nun t’eches en sofá
siempre depués de comer,
nun aprecies los cumplíos, porque
solo te van facer estabilizate.
 
espera, nun salgas el primeru, calcula
los pasos hasta’l precipiciu.
atiendi a lo que te digan, pero nun faigas casu.
 
queríu yo del futuru, si puedes,
faite elegante,
ho

Miguel Rodríguez Monteavaro (Bual, Asturias, 1990) es poeta y músico. Doctor en Lingüística Asturiana por la Universidad de Oviedo. Ha publicado cuatro libros de poesía: Trenta razóis pra nun medrar (Trabe, 2010), Todos os tristes de mayo (Trabe, 2013), Poemas pr'amantes y paquidermos (Trabe, 2013) y superpoderes (Trabe y Gobierno del Principado de Asturias, 2020). Ha obtenido varios premios literarios como el XIX Premiu de Poesía Padre Galo (2012), Asturias Joven de Poesía (2019), I Premio Ría del Eo de Poesía (2021), Residencia Asturies (2021), Concursu de Cuentos pola Oficialidá de Bimenes (2022) y Residencia Artes Escénicas Laboral Ciudad de la Cultura (2022), entre otros.

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